A la víctima del abuso: sea lo que sea lo que hayas hecho, sea cual sea la voz que oyes en tu cabeza, sea lo que sea la racionalización que te das para quedarte, no hay excusa para lo que te está sucediendo. Nada le da a él o ella permiso o justificación para tratarte de la manera en que te está tratando.
Llama. Hay refugios, hay recursos, hay ayuda, hay personas que pueden ayudarte a salir de donde estás. Eres más fuerte de lo que sabes. Vales infinitamente más de lo que has estado oyendo por el tiempo que lo hayas estado oyendo. La persona que está abusando de ti puede estar haciéndolo sin saberlo. Puede decir cosas dañinas y no darse cuenta de cómo sus palabras te afectan. También pueden abusar a sabiendas. Pueden decir cosas, usar sus puños, gritarte para romper tu espíritu intencionalmente. Sea o no que el abuso es a sabiendas o sin saberlo, TU debes saber que NO es aceptable.
Hay ayuda para el abusador también.
Pero lo primero es lo primero: quítate a ti misma/o y a cualquier niño/a del infierno en el que estás. Los niños aprenden de lo que ven. Los niños asumen que lo que ven es "normal". Y los niños crecen y hacen lo que consideran "normal" reflexivamente. Eso significa "sin pensarlo". Significa que es su reacción “automática”, su configuración predeterminada. Su primera respuesta.
Puede ser que se amen, pero esto no tiene que ver con eso. Hay otras fuerzas en juego. Hay otras dinámicas que son abrumadoras y contrarrestan ese amor. Para darle al amor una oportunidad de sobrevivir, debes retroceder de lo que está roto y permitir que tu alma sane, porque también está rota, herida, dañada, destrozada.
Al abusador: estás roto. Admítelo o reconócelo. Probablemente (espero) que ya lo SABES. Y estás en el infierno. Y lo que te trajo a ese infierno todavía está contigo. Es tan intrínsecamente una parte de ti que ni siquiera tienes consciencia de ello. Pero todavía está contigo. Cualquier quebrantamiento que hayas vivido en tu pasado que te haya torcido y convertido en lo que eres hoy, abuso o negligencia, trauma u otra cosa, recuérdalo, identifícalo y nómbralo.
Tu comportamiento no es único. Lamentablemente, no eres el único que estas viviendo lo que estás viviendo. De hecho, tu comportamiento es tan NO único que se le dice comportamiento de "libro de texto", porque ha sido estudiado y cuantificado, identificado y categorizado. Y predicho. Si creciste viendo a tu padre (o cualquier pareja que tu madre tuviera en un momento dado si tu padre ya no estaba en tu vida) menospreciar, ridiculizar, amenazar, controlar, gritar, golpear o abusar de alguna otra forma a su cónyuge. La fuente de la contienda está contigo. La infelicidad, la frustración, la insatisfacción, la ira, la rabia, es fundamentalmente interna a TI.
Pero entiende esto: si estás repitiendo lo que te pasó con tu esposa, o, mucho menos a menudo, marido, o tus hijos, estás creando el infierno de otro. Estás creando otro tú. ¿Realmente quieres que la experiencia de otra persona duplique la tuya? ¿Realmente deseas eso para alguien más?
Números para llamar:
1−800−799−7233
1-800-224-2836
Kenny Park
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